OTROS DATOS:
La pieza se realiza en Astander (El Astillero, Cantabria) y en los Talleres de Besaya (Cartes, Cantabria). El montaje se realizó en los Talleres Jarama (Caudón, Cantabria).
Reproducimos íntegramente la presentación que el autor hace de su obra: «El actual Parque de la naturaleza de Cabárceno está en parte situado en una antigua explotación minera de la que se ha extraído hierro hasta finales del siglo XX. La escultura se sitúa en una de las entradas de dicho parque, en la entrada de Obregón, en la zona donde se encuentra el antiguo lavadero de mineral. Todos los visitantes del Parque pueden verla incluso sin bajar del coche cuando acceden al mismo. La mayoría de estos visitantes no son del Valle de Villaescusa… muchos no son de Cantabria. Para todos ellos la escultura quiere ser en primer lugar una señal, algo que diga desde la distancia: aquí trabajaron los mineros. Obviamente la escultura es de hierro (eso es sobre todo el acero cortén). El hierro mismo que afanosamente tantos hombres extrajeron a lo largo de los siglos vuelve ahora al mismo lugar como materia de homenaje a las vidas humanas de quienes lo sacaron de allí. La escultura no tiene forma de minero sino que habla de él, por eso las formas de un minero se adivinan en el hueco abierto de la escultura. El hierro se ordena en el espacio para dar forma al aire y decir: esta escultura está habitada por un minero. De esta forma la escultura se parece también a la propia mina ya explotada, cuyos desfiladeros y huecos entre promontorios de roca son el vestigio de las arcillas y el hierro que el minero extrajo de allí. Y lo que yo quisiera es que los que vean mi obra sientan la presencia humana que habita en el aire entre las rocas del parque de Cabárceno, hasta hace poco una mina de hierro«.